Aunque el Rin recorre la nada desdeñable distancia de 1300 km desde su nacimiento en Suiza hasta su desembocadura en Holanda, son los 160 km que distan entre Maguncia y Bonn los que se llevan la mayor fama turística por lo espectacular de sus valles.
El Rin ha sido designado patrimonio cultural y natural protegido y desde el año 2002 la zona del estrecho Valle del Rin Central entre Bingen y Koblenz (Coblenza) fue proclamado Patrimonio Universal por la UNESCO.
Esta zona se caracteriza por una convivencia espectacular entre la naturaleza y el paso de diferentes civilizaciones antiguas, como por ejemplo la romana que conquistaron la zona alrededor del año 55 a. C. fundaron las ciudades de Maguncia, Boppard y Coblenza entre otras. Los mismos romanos aprovecharon la navegabilidad del río que les aseguraba un buen comercio en pleno corazón europeo.
Todo el trayecto se haya tachonado por impresionantes castillos, fortalezas, iglesias y monasterios que aumentan su belleza y su magia. Gracias a la fiebre del Romanticismo de principios del XIX muchos de estos castillos, quemados y destruidos en varias ocasiones a lo largo del tiempo, fueron recuperados y han llegado hasta nuestros días desde la Edad Media para solaz de nuestros ojos. Destacan especialmente las fortificaciones aduaneras, muchas de ellas en manos de los arzobispados de Colonia, Maguncia o Tréveris que generalmente mantenían pugnas entre sí por el dominio del negocio de los impuestos fluviales, muchas veces también, en pugna con los propios señores feudales de la zona que imponían siempre la ley del más fuerte exigiendo elevados impuestos o portazgos a quienes tenían que atravesar sus tierras.
Quien visite el trecho del río entre Rüdesheim y Bingen al sur y la frontera con la provincia de Renania del Norte-Westfalia, sabrá enseguida la respuesta a esa pregunta. Como en prácticamente ningún otro paisaje de Europa se unen aquí de una forma sorprendente la naturaleza con los cultivos de más de 2000 años de antigüedad, siendo el majestuoso Rin el punto de unión entre los principales enclaves de estos valles, que ya forman parte de dos de las zonas declaradas como patrimonio universal por la UNESCO.
La tradición se une con la fascinación por los
viajes de descubrimientos, viajes que le esperan con un sinfín de
destinos y experiencias. Disfrutará de la región por tierra a través de
hermosos caminos y escarpadas terrazas de viñedos, por agua a bordo de uno de los múltiples barcos y vapores blancos
y también si lo desea por el aire, ya que los innumerables miradores a
lo largo del curso del Rin le ofrecen un panorama único.
También podrá escuchar legendarias historias, sobre la belleza de la peña de Loreley en las altas rocas de la zona y sobre la "Mäuseturm" o Torre de los Ratones de Binger. El paisaje le invita realmente a soñar, y quien conoce Bacharach, Boppard, St. Goar o Linz se da cuenta del atractivo que estos únicos poblados poseen. Por supuesto, no hay que olvidar el hecho de que esta región ha sido designada por la UNESCO como patrimonio universal por la belleza sin par del valle alto del Rin Central.
También podrá escuchar legendarias historias, sobre la belleza de la peña de Loreley en las altas rocas de la zona y sobre la "Mäuseturm" o Torre de los Ratones de Binger. El paisaje le invita realmente a soñar, y quien conoce Bacharach, Boppard, St. Goar o Linz se da cuenta del atractivo que estos únicos poblados poseen. Por supuesto, no hay que olvidar el hecho de que esta región ha sido designada por la UNESCO como patrimonio universal por la belleza sin par del valle alto del Rin Central.
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